La Presidente aseveró que el resultado positivo del comercio exterior “hace a otra cuestión tan importante como dar trabajo”, a través del incremento de la actividad económica que representa.
“Les quiero adelantar un dato que se va a difundir dentro de unos días. El crecimiento de enero a enero en materia de exportaciones ha sido del 67%, frente a un crecimiento de las importaciones del 52%”, refirió la mandataria.
“Ha duplicado esa relación de año a año”, indicó, dado que en diciembre, el salto interanual de las ventas externas había sido de 37 por ciento.
De acuerdo con ese anticipo, se estima que las exportaciones se elevaron a u$s5.655 millones y las importaciones a u$s4.488 M.
Coyuntura externa y también dinámica interna
Semejante desempeño del comercio exterior argentino en el primer mes del año se corresponde con un espectacular salto de los precios internacionales del complejo sojero y también de los metales, junto con el dinamismo que mantuvo la actividad productiva en general.
En el primer caso, el fenómeno coincide con una abultada cosecha que ha permitido capitalizar la suba de las cotizaciones y alimentar las arcas fiscales a través de las retenciones.
Mientras que en el segundo, el fuerte impulso que registró la producción manufacturera arrastró a la importación de bienes de uso intermedio en el proceso fabril, juntamente con la incorporación de máquinas y equipos que, según los datos del INDEC no se han visto encarecido por el movimiento alcista de los valores de las materias primas.
De este modo, las ventas al exterior han alcanzado un ritmo anual de u$s67.900 M y las compras de u$s53.900 M.
Comportamiento virtuoso
Cabe destacar que el crecimiento del excedente del intercambio comercial de u$s731 millones en los últimos doce meses fue el más elevado desde septiembre de 2002, cuando todavía la actividad no había ingresado en la faz de reactivación el superávit respondía más a la exportación de excedentes que no podía absorber el mercado interno y la importación se había reducido a la mínima expresión por la depresión de la actividad.
De todas maneras no parece proyectable para todo el año el comportamiento de enero, porque estacionalmente en los primeros meses adquiere mayor impulso las ventas, por las cosechas de granos y oleaginosas, en tanto en el segundo, cobran más fuerza las compras de insumos, en línea con la evolución de la actividad de las manufacturas.
FUENTE: INFOBAE